Cuando se aclare el humo, si es que se aclara, la información sobre los recientes acontecimientos en Nicaragua posiblemente se miraran como la campaña de desinformación más efectiva y siniestra jamás librado sobre una nación. La buena noticia es que el pueblo Nicaragüense, aunque al inicio fue confundido por esa campaña, rápidamente ha comprendido lo que realmente está sucediendo. Esperemos que en el norte se pongan al día pronto…
Max Blumenthal, Thomas Hedges y yo mismo viajamos a Nicaragua durante la semana de la celebración anual del triunfo de la derrota de la dictadura Somoza respaldada por los EEUU el día 19 de Julio del 1979. Durante nuestra estancia en Managua, recordamos que 50,000 Nicaragüenses (de una población total de 2.5 millones) murieron en la lucha para derrumbar a Somoza a fines de los años 1970. Sin embargo esto es de poca preocupación para los EEUU, o la OEA la cual domina EEUU.
Entonces, 1978, mientras Somoza atacaba las ciudades importantes con armas avanzadas suministradas por los EEUU, Inglaterra, y Israel–armas como transportadoras de personal blindados, tanques de Sherman, transporte para tropas y helicópteros de observaciones ligeras equipados con metralletas, cuetes, varios cohetes de doble motor equipados con aeronaves CESSNAS, artillería, y un impresionante surtido de armas automáticas”—lo mas que pudo hacer la OEA fue acordar con la propuesta de los EEUU para hacer una mediación política con Nicaragua entre Somoza y la oposición los disque “moderados” (no-sandinistas).
Similarmente Noam Chomsky notó que bajo el brutal régimen de Somoza, a Nicaragua se le garantizó poca cobertura por los medios convencionales. Explicó que “en los últimos 10 años antes de la derrota del dictador Anastasio Somoza en 1979, la televisión estadounidense—todas las cadenas de programación—dedicaron una hora a Nicaragua, y eso fue totalmente para el terremoto en Nicaragua. No es que no estuviera pasando nada, pero lo que estaba pasando no era importante para ellos. Nicaragua no fue una preocupación, mientras que el tirano de Somoza no hubiese sido desafiado.”
Todo eso cambió cuando los Sandinistas se hicieron cargo del gobierno de Nicaragua y cuando EEUU empezó a financiar a los Contras (mayormente ex defensores de Somoza) y su campaña de terror contra el pueblo de Nicaragua. Entonces los medios convencionales ampliaron sus esfuerzo para socavar la legitimidad de los Sandinistas y suavizar la naturaleza criminal de los Contras. De acuerdo con el análisis de la cobertura de los medios sobre la Guerra con los Contras, del grupo “Informando Justamente y con Exactitud” (siglas en ingles FAIR):
“En varios aspectos los medios han funcionado como un cedazo en lo que Abraham Brumber, ex-editor del USIA diario en “Problemas del Comunismo” describe como, una inundación de distorsiones, exageraciones y mentiras desnudas sobre los Sandinistas que avanzan los temas de la administración todo los días…
Desde el inicio, la administración busco enfocar la atención de los medios en todo aspecto (real o imaginado) pecados de los Sandinista mientras minimizaban los registros horribles sobre los derechos humanos de otras naciones centroamericanas. Incluso, después de la firma del plan de paz regional, los medios siguieron reflejando la obsesión del enfoque de Reagan hacia Nicaragua…
Mientras, los abusos de la Contra fueron encubiertos por un bombardeo de propaganda difundida en los tres más influentes diarios…
En esos tiempos existió poca consternación sobre Nicaragua desde el final de la guerra de los Contra en 1990 en los medios, y poco se ha reportado de los logros notables del gobierno Sandinista en el sistema de salud, reducción de pobreza, vigilancia comunitaria, desarrollo de la infraestructura y el crecimiento económico que desde la retoma del poder en 2007, ahora existe cobertura diario sobre Nicaragua. El interés actual de los medios ha sido activado por la perspectiva de que el gobierno Sandinista pueda ser derrocado, y estos medios se empeñan en ayudar a este proceso con incluso una mayor cobertura de la que se dio durante la guerra de los Contra.
Por su parte, la OEA, aun dominada por EEUU también ha sido híper activada, prestando su ayuda al esfuerzo del “cambio de régimen”, culpando al gobierno de Nicaragua por toda la violencia que vive Nicaragua, mientras ignora la violencia de la oposición. Mientras tanto, la OEA y también la prensa ignoran la violencia cometida por otros estados clientes estadounidenses, como Colombia -que está desatando una masacre masiva de promotores de paz-, líderes de derechos humanos, y activistas indígenas y afro-colombianos defensores de los derechos a los territorios. De esta manera, a uno le intentan dar la impresión que el único mal en América Latina es el gobierno de Nicaragua.
En muchos aspectos, el cuento presentado por los medios convencionales y la OEA es precisamente lo opuesto de lo que realmente está sucediendo en Nicaragua. Lejos del cuento de que un régimen brutal está atropellando manifestantes pacíficos, lo que oímos en nuestro viaje a Nicaragua concuerda más bien con el análisis de Atilio Boron, reconocido intelectual Argentino y ganador del Premio Internacional José Martí de UNESCO, quien explica, cuando ellos perciben debilidad en el gobierno Sandinista después del anuncio inicial de la reforma parcial al seguro social del mes de abril, la ultra derecha, “se echó con todo su arsenal hacia las calles para derrocar a Ortega. Trasladaron a varios de los mercenarios que hicieron las ‘guarimbas’ en Venezuela a Nicaragua y ahora están aplicando en Nicaragua la misma receta de violencia y muerte aprendida de la manuales de la CIA [para los Contras].”
Por cierto, conociendo que “Fundación Nacional para la Democracia” National Endowment for Democracy por sus siglas en ingles (NED) – los sucesores del cambio de régimen de la CIA operaban en el extranjero – han proveído millones de dólares a los grupos liderando las operaciones anti-gubernamentales en Nicaragua y han ciertamente admitido “de crear la fundación para la insurrección,” esto no es sorprendente.
El caso de Monimbo—un barrio histórico en el pueblo de Masaya, Nicaragua, y la última zona grande en donde se removieron barricadas (o tranques)—es algo muy instructivo. Mientras los medios convencionales han invariablemente mostrado a los tranques en esa región como manejados por la valiente juventud quienes estaban desesperadamente intentando proteger sus vecinos de los eminentes ataques policiacos, los residentes tienen otro punto de vista.
Estuvimos una hora una de los residentes de Monimbo, con una ex oficial Sandinista de la zona, quien acababa de llegar a Managua para la celebración del triunfo Sandinista del 1979. Nos pidió no nombrarla, por temor a represalias por las fuerzas opositoras en su pueblo, las cuales han estado persiguiendo a seguidores sandinistas hostigándolos, asaltándolos y hasta asesinándolos. Esta señora, a quien llamaremos María, lloraba incontrolablemente al contar como su barrio fue aterrorizado por los de los tranques, quienes paralizaron la economía local, previnieron el movimiento libre, quemaron edificios públicos, asaltaron a pequeños negocios, y destruyeron casa de residentes.
Todos los días, mientras María, esposa y madre de dos niños pasaba por los tranques para seguir con su día, fue hostigada, intimidada y puesta en una situación de miedo por su vida y integridad física. Mientras nos explicaba “Yo no tenía miedo que me mataran. Yo no tengo miedo de morir pero temía ser violada” se refería a otros incidentes de violaciones que fueron perpetuadas por los que manejaban los tranques. Como el ejemplo que conocimos sobre una oficial policiaca que fue secuestrada y violada sobre un periodo de tres días por esas fuerzas.
Sander Bonilla, joven homosexual miembro de la Juventud Sandinista de Sutiaba, mostrando las secuelas físicas tras el secuestro, torturas e intento de asesinato sufridos el 21 de julio, en Zaragoza (León). Como en otras ocasiones, los terroristas -apostados en el tranque de la ciudad de León- gravaron las torturas y subieron las imágenes a las redes sociales.
María se refería a los de los tranques como elementos criminales bien abastecidos de agua, comida, armamentos, y hasta drogas. Explicaba cómo lloró lagrimas de alegría cuando el 17 de Julio vio fuerzas gubernamentales acercándose al vecindario para desmontar los tranques. Se refirió a este acto como una “liberación” que finalmente trajo a su comunidad alivio después de tres meses de un prácticamente total secuestro.
Y, mucho lejos de temerle a la actividad de la policía en su comunidad, ella y su esposo (quien también desea no ser nombrado) sintieron frustración que la policía no actuó con más rapidez y resolutiva para quitar los tranques. Pero ellos explicaron que el presidente Ortega ordenó que la policía se mantuviera en sus cuarteles, y pidió que los residentes no tomaran acción por su propia cuenta, para evitar el derramamiento innecesario de sangre. Entonces por tres meses la policía estuvo resguardada en sus barricadas rodeada por las fuerzas de la oposición de la extrema derecha, la cual impedió que les llegara agua y comida. Entonces, como María explicaba otra vez reteniéndose las lagrimas, fue la policía la que estaba bajo acoso, y no los manifestantes bien abastecidos.
Mientras María y muchos de sus amigos estaban preparados para pelear contra los manifestantes que destruían a la comunidad, tomaron en cuenta las órdenes de Ortega. Finalmente, vieron que Ortega tenía razón al pedir que la población ejerciera la moderación, liderada por los disciplinados Sandinistas, quienes salvaron muchas vidas, evitando que las 300 muertes fueran miles de muertos. Pero todo esto nunca se escucha en la prensa convencional.
Del mismo modo, mientras la prensa convencional repite los reclamos vagos e insubstanciales sobre la censura a la prensa por el gobierno, la extrema oposición hace la censura por medio de violencia. Durante nuestra estancia en Managua, conocimos a trabajadores de RadioYa! una estación independiente izquierdista, la cual también es una de las estaciones de radio más popular en el país y la más popular estación izquierdista en Latinoamérica.
Los trabajadores ahora están trabajando desde un estudio improvisado, aun sorprendidos después de que su estación permanente fue quemada al suelo por la oposición de la extrema derecha. Peor, 22 trabajadores, incluyendo una señora embarazada, estaban en la estación de la radio cuando fue quemada. Tuvieron suerte de salir con vida, aunque siguen con el temor de represalias tanto que unos duermen en la estación por cuestiones de seguridad. Como nos cuentan los trabajadores, otros medios de comunicación de izquierda han sido similarmente atacados, y ningún medio de la oposición fueron atacados. Explicaban que nosotros éramos los primeros reporteros de occidente que nos preocupamos en escuchar sus testimonios.
También visitamos lo que queda de una cooperativa de crédito, llamada Che Guevara, la cual servía a los más pobres y al pueblo trabajador con servicios de pequeños prestamos y bancarios. Servicios que de otra manera la gente trabajadora no pudieran acceder por el reto de mantener un significado monto de fondos en sus cuentas. Esta cooperativa de crédito también fue incendiada por grupos de oposición de la extrema derecha con todo y computadoras y archivos adentro. Llegaron a destruir todos los vehículos en la propiedad. Fue típico de las instituciones destruidas por la oposición, instituciones que servían a los pobres, la clase trabajadora y las que proveían bienes sociales a la comunidad.
Como otro ejemplo, las fuerzas opositoras (muchos de ellos ni estudiantes) tomaron las universidades públicas, como la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), en esta universidad la destrozaron y previnieron que se dieran clases. Aunque la oposición no atentó contra las universidad privadas.
Todo esto nunca fue debatido por los medios convencionales, demostrando la dinámica clasista de la oposición. Está alienada con la burguesía contra la clase trabajadora y han invertido tres meses en un asalto total a las instituciones de la clase trabajadora, a individuales fieles a la revolución sandinista y los símbolos sandinistas. En otras palabras, el levantamiento de la oposición no es una revolución, sino una contra-revolución apoyada por los EEUU, así como el movimiento Contra en los años 80 y los medios convencionales han pintado sobre la verdadera naturaleza de la oposición y sus tácticas brutales igual como encalaron la brutalidad de los Contras. Que muchos en los EEUU no vean lo que realmente está sucediendo es verdaderamente lamentable.
Las buenas noticas es que no se puede engañar al pueblo Nicaragüense. Después de una confusión inicial, ahora han manifestado en apoyo del gobierno Sandinista. Esto es evidenciado al ser testigos sobre las masas que llegaron el 19 de Julio con sus banderas rojas y negras Sandinistas para celebrar la victoria sobre Somoza en 1979.
Esto también fue evidenciado por el tono de la nueva canción popular “Daniel Se Queda”, una canción escrita por campesinos Nicaragüenses y demandando que Daniel Ortega se mantenga presidente aunque lastimara los sentimientos de la oposición. “Aunque te duela! Aunque te duela! Mi comandante aquí se queda. Daniel, Daniel, el pueblo está con él.”
Nicaragua sin duda está en una situación mejor al quedarse con Daniel. Para la oposición, los dejo otra vez con las palabras poéticas de Atilio Boron:
Conclusión: El derrumbe del Sandinismo debilitará el ambiente geopolítico para la brutalmente atacada Venezuela y incrementará las posibilidades de violencia en toda la región.
Mientras en el foro de Sao Paulo que recientemente se llevó a cabo en Habana, pude encantarme con la contemplación del Caribe. Allí vi a la distancia a un pequeño bote frágil. Manejado por un robusto marinero y al otro lado una chavala jovencita. El timonel se veía confundido y luchaba para mantener su curso en medio de la amenazante oleaje, y se me ocurrió que esta imagen elocuentemente representaba el proceso revolucionario en Nicaragua, en Venezuela, Bolivia, o donde sea.
La revolución es la joven, y el timonel es el gobierno revolucionario. No existe ningún trabajo humano a salvo de errores; errores que dejan al timonel al propenso a al oleaje lo cual también peligra la vida de la joven. Ante todo, no tan lejos la ominosa silueta de un barco de guerra estadounidense, cargado con armamento letal, escuadrones de muerte, y soldados mercenarios. ¿Como rescatar a la joven? El timonel pudiera arrogarse al mar pero enviaría a la joven a la multitud de delincuentes sedientos de sangre y preparados para saquear el país, saquear sus recursos, y violar y luego matar a la joven.
No vi eso como solución. Más productivo seria que otros botes en la zona se acercaran al que está en peligro y ayudaran a que el timonel se mantuviera en curso. Hundiéndose el bote que carga la joven de la revolución, o rindiéndolo al bote de guerra estadounidense, no se pudiera concebirse como una solución revolucionaria.
Dan Kovalik
Publicado en Investig'action, el 17 de agosto del 2018.
Publicado en su idioma original en counterpunch, el 27 de julio del 2018.
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