El Movimiento Renovador Sandinista (MRS), de acuerdo a su página oficial es un partido democrático y progresista, formado por mujeres y hombres que promueven la construcción de una Nicaragua con oportunidades, progreso, solidaridad, democracia y soberanía. Sin embargo, desde el 2008, el MRS no cuenta con personalidad jurídica, por lo tanto, no puede ser un partido político.
Como todos sabemos, el MRS se formó en 1995 como una escisión del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). En ese momento, la mayoría de sus fundadores eran diputados ante la Asamblea Nacional de Nicaragua. A raíz de las muchas diferencias en el seno del partido, un grupo de “intelectuales” abandonaron el FSLN traicionando al partido por el que obtuvieron la diputación. De una bancada inicial de 39 diputados, sólo 7 se mantuvieron firmes en su compromiso político: Gladys Báez, Doris Tijerino, Omar Cabezas, Francisco Rivera (El Zorro), Nathán Sevilla, Dámaso Vargas y William Ramírez.
Los intelectuales, liderados por el Dr. Sergio Ramírez Mercado (Vice-Presidente de Ortega entre 1985 y 1990), jamás superaron que Daniel Ortega Saavedra, un “Bachiller”, los superara en carisma y liderazgo ante la militancia sandinista. Tras el triunfo de la Revolución Popular Sandinista en 1979, los autodenominados “estadistas” y “democráticos” esperaban tomar el control del partido, para hacer cambios radicales en los lineamientos del mismo y separarse de lo que ellos calificaban como un marxismo radical.
Sin embargo, Ortega y sus fieles compañeros de combate se mantuvieron firmes en el liderazgo del partido, no dando otra opción al grupo de intelectuales que formar su propia organización política.
Sergio Ramírez y Daniel Ortega en 1984
Y así, el MRS participó en los comicios electorales generales de 1996 llevando como candidato a la presidencia al Dr. Sergio Ramírez y obteniendo el 0.44% de los votos válidos (7,665 votos). Una aplastante y traumática derrota que hizo que Sergio Ramírez aterrizara en su afán por el liderazgo de su nuevo partido. Ortega, con tan solo 7 diputados pero con una base amplia de apoyo social y un liderazgo incuestionable, comenzó la batalla por un nuevo FSLN, junto con las cooperativas y sindicatos de transporte, los campesinos, los obreros y los maestros. El partido enfrentó la dura realidad de la coyuntura económica y social y se perdieron tres elecciones en fila, pero Ortega nunca se dio por vencido. No defraudó a la militancia, aprendió de la derrota e hizo los ajustes necesarios, hasta que por fin, los esfuerzos rindieron el fruto de la victoria.
En los comicios del 2006, con Edmundo Jarquín como candidato a la presidencia, el MRS obtuvo 154,224 votos: el 6.30% de los votos válidos. En el 2008, 13 años después de su fundación, el Consejo Supremo Electoral (CSE) cancela su personalidad jurídica debido al incumplimiento de sus deberes regulados en la Ley Electoral. Ese mismo año el MRS interpone un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia, y en el 2013 presenta una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Sin embargo, hasta la fecha esta formación política no ha recuperado su personería jurídica.
En el 2011, el MRS participa en las elecciones presidenciales en alianza con el Partido Liberal Independiente (PLI), obteniendo el 31% de los votos válidos. Para las elecciones presidenciales del 2016, el MRS – en conjunto con activistas políticos y la Iglesia Católica de Nicaragua – llama públicamente a la abstención del voto, alegando que NO HABÍA POR QUIEN VOTAR.
Estos mismos actores que llamaron a los ciudadanos a la abstención, son los que hoy están sentados en la mesa del Diálogo Nacional, como parte y como mediadores y testigos, mesa que fue instaurada para superar la crisis social, política y económica que estamos viviendo. O dicho de manera más directa, el golpe suave que ellos mismos están ejecutando en Nicaragua desde el pasado 18 de abril.
Los que llamaron a no votar en las elecciones del 2016, hoy se creen los representantes del pueblo. Quieren hacernos olvidar que en ese año se presentaron a ejercer su voto 2 millones 493, 942 de nicaragüenses en pleno ejercicio de su derecho y deber como ciudadanos, absteniéndose 1 millón 162, 864 ciudadanos. Es decir, la abstención alcanzó el 31%, lo que representa otro fracaso en las campañas políticas del MRS. Con estos datos me pregunto, ¿en qué mundo alterno, estos señores representan al pueblo nicaragüense?
Son muchas las evidencias del involucramiento del MRS en el golpe. Entre ellas, la imagen reciente en la que se muestra a Humberto Belli (hermano de la escritora Gioconda Belli, miembro del MRS), supuesto pacifista y defensor de los “estudiantes”, participando con gran descaro en la organización de los tranques en los alrededores de las universidades. De igual manera, las declaraciones de Dora María Téllez dejan en evidencia que todos los crímenes y actos de terrorismo que se están dando en el país, tienen por objetivo la renuncia y expulsión del presidente Ortega.
Mensaje de Dora María Téllez a sus seguidores, el 17 de mayo del 2018.
La implicación del MRS se pudo apreciar también en la Agenda del Diálogo del 23 de mayo del 2018, en la que el punto número 8 de los mecanismos constitucionales para la celebración de un proceso electoral libre y transparente en Nicaragua, instaba a lo siguiente: “Pluralismo político total, incluyendo la restitución de personalidad jurídica a los partidos que se les han sustraído ilegalmente y facilitación para la adquisición de las mismas para nuevos partidos. Así como el respeto a los partidos ya existentes”.
Ha pasado exactamente un mes y once días desde que los golpistas iniciaron la implementación de la fase activa del golpe suave. En un comunicado realizado el 29 de mayo, la Comisión de la Verdad de la Asamblea Nacional denunciaba que 85 personas habían perdido la vida a consecuencia de los ataques terroristas llevados a cabo desde el 18 de abril. Teniendo en cuenta el aumento en los niveles de violencia mostrados en los ataques del 28 de mayo, en los cuales falleció el Subinspector de Policía Douglas Mendiola a consecuencia de un disparo en la cabeza, duele imaginar cuánta sangre más nos costará la personalidad jurídica del MRS. ¿Hasta dónde llegará la ambición, arrogancia y odio hacia el sandinismo que transpira ese grupo político y sus secuaces?
Señoras y señores del MRS, Sociedad Civil, Iglesia Católica y compañía, cuando estén sentados en el curul, recordarán el rosario de muertos que dejaron en el camino para lograrlo. Y si se les olvida, el pueblo estará aquí, presto a recordarles que ese curul está manchado de sangre.
Cinthia López